Sepsis: reanimación inicial (SSC 2016)

La sepsis es una falla orgánica que amenaza la vida, causada por una respuesta disregulada a la infección. La identificación temprana y el manejo apropiado en las primeras horas mejora el pronóstico.

  1. La sepsis y el shock séptico son emergencias médicas y se recomienda que el tratamiento y la reanimación inicien de inmediato (BPS)
  2. En la reanimación de la hipoperfusión inducida por sepsis, al menos 30 mL/kg de cristaloides IV deberían administrarse en las primeras 3 hs (recomendación fuerte, baja calidad de evidencia)
  3. Luego de la reanimación inicial con fluídos, el aporte de más fluídos sea guiado por una reevaluación frecuente del estado hemodinámico (BPS):
    • Examen clínico.
    • Variables fisiológicas (FC, TA, SatO2, FR, T°, diuresis, etc).
    • Otro monitoreo invasivo o no invasivo.
  4. Profundizar la evaluación hemodinámica para determinar el tipo de shock si la evaluación clínica inicial no deja claro el diagnóstico (BPS)
  5. Se sugiere que se utilicen variables dinámicas por sobre las estáticas para predecir la respuesta a fluídos, cuando estén disponibles (recomendación débil, evidencia de baja calidad).
  6. Se recomienda un objetivo inicial de presión arterial media (PAM) de 65 mmHg en pacientes con shock séptico con requerimiento de vasopresores (recomendación fuerte, moderada calidad de evidencia).
  7. Se sugiere guiar la reanimación para normalizar el lactato en aquellos pacientes con lactato elevado como marcador de hipoperfusión tisular (recomendación débil, baja calidad de evidencia).
Graduación de las recomendaciones:
 - Fuerza de la recomendación: fuerte o débil
 - Calidad de la evidencia: alta, moderada, baja, o muy baja
 - Recomendaciones no graduadas: "declaración de mejor práctica" (BPS: best practice statement)

Resumen de: Surviving Sepsis Campaign: International Guidelines for Management of Sepsis and Septic Shock: 2016. Crit Care Med 2017; 45:486–552.