La sepsis es una falla orgánica que amenaza la vida, causada por una respuesta disregulada a la infección. La identificación temprana y el manejo apropiado en las primeras horas mejora el pronóstico.
- La sepsis y el shock séptico son emergencias médicas y se recomienda que el tratamiento y la reanimación inicien de inmediato (BPS)
- En la reanimación de la hipoperfusión inducida por sepsis, al menos 30 mL/kg de cristaloides IV deberían administrarse en las primeras 3 hs (recomendación fuerte, baja calidad de evidencia)
- Luego de la reanimación inicial con fluídos, el aporte de más fluídos sea guiado por una reevaluación frecuente del estado hemodinámico (BPS):
- Examen clínico.
- Variables fisiológicas (FC, TA, SatO2, FR, T°, diuresis, etc).
- Otro monitoreo invasivo o no invasivo.
- Profundizar la evaluación hemodinámica para determinar el tipo de shock si la evaluación clínica inicial no deja claro el diagnóstico (BPS)
- Se sugiere que se utilicen variables dinámicas por sobre las estáticas para predecir la respuesta a fluídos, cuando estén disponibles (recomendación débil, evidencia de baja calidad).
- Se recomienda un objetivo inicial de presión arterial media (PAM) de 65 mmHg en pacientes con shock séptico con requerimiento de vasopresores (recomendación fuerte, moderada calidad de evidencia).
- Se sugiere guiar la reanimación para normalizar el lactato en aquellos pacientes con lactato elevado como marcador de hipoperfusión tisular (recomendación débil, baja calidad de evidencia).
Graduación de las recomendaciones: - Fuerza de la recomendación: fuerte o débil - Calidad de la evidencia: alta, moderada, baja, o muy baja - Recomendaciones no graduadas: "declaración de mejor práctica" (BPS: best practice statement)
Resumen de: Surviving Sepsis Campaign: International Guidelines for Management of Sepsis and Septic Shock: 2016. Crit Care Med 2017; 45:486–552.